Juanjo Villena

Capítulo 4: Contactos útiles, inútiles, redes sociales, la histeria social

Introducción:

Vamos a hablar claro: en este mundo del emprendimiento, si no tienes los contactos adecuados, estás nadando contra corriente. Y no, no me refiero a tener una agenda llena hasta el tope, sino a tener a esas personas clave que te echan una mano cuando más lo necesitas. Y claro, con las redes sociales en el juego, todo se vuelve un poco más… complicado.

1. Contactos útiles:
Todos tenemos ese amigo o conocido que parece saberlo todo. Es ese que, cuando le cuentas una idea, te dice: “Conozco a alguien que puede ayudarte con eso”. Esos contactos son como joyas, ¡cuídalos! No se trata de cuántos tienes, sino de cuán valiosos son. Y, oye, no te olvides de ser también ese contacto útil para alguien más. La vida tiene una forma curiosa de devolverte el favor.

a. Identificando a los contactos útiles:

No todos los contactos son iguales. Un contacto útil es alguien que no solo tiene la capacidad de ayudarte, sino también la voluntad. Puede ser ese amigo que conoce a alguien en la industria que estás intentando ingresar, o ese mentor que siempre tiene un consejo sabio que darte. Estas personas son como puentes que te conectan con oportunidades y recursos que de otra manera podrían estar fuera de tu alcance.

b. Cultivando relaciones genuinas:

No se trata solo de tener un nombre en tu agenda. Se trata de construir y mantener relaciones genuinas. Esto significa estar allí no solo cuando necesitas algo, sino también cuando puedes ofrecer algo. Un café ocasional, un mensaje de agradecimiento o incluso compartir un artículo relevante pueden ser pequeños gestos que mantienen viva una relación.

c. Redes de networking:

Participar en eventos de networking o grupos relevantes para tu industria puede ser una excelente manera de conocer a estos contactos útiles. Pero recuerda, el networking no es una transacción; es una oportunidad para construir relaciones. Así que, en lugar de ir con la mentalidad de “¿qué puedo obtener de esto?”, piensa en “¿cómo puedo aportar?”.

d. La reciprocidad es clave:

Si un contacto te ayuda, busca maneras de devolver el favor. Tal vez puedas conectarlo con alguien que él o ella esté buscando, o tal vez puedas ofrecer tu experiencia en un área en la que eres experto. La idea es que el dar y recibir fluya de manera natural.

e. Mantente en el radar:

El mundo se mueve rápido, y es fácil perder el contacto con las personas. Haz un esfuerzo por mantenerte en el radar de tus contactos útiles. No se trata de ser pesado, sino de mostrar interés genuino y mantener la relación activa.

2. Contactos inútiles:

Por otro lado, están esos que te llenan de promesas y al final te dejan colgado. O los que solo aparecen cuando les conviene. Aprende a identificarlos y no pierdas tu tiempo. Como dice el dicho: “Mejor solo que mal acompañado”. Y en el mundo del emprendimiento, esto es más cierto que nunca.

a. Reconociendo a los contactos inútiles:

Estos son los que prometen mucho y entregan poco. Pueden ser personas que constantemente te dicen que te ayudarán, pero nunca cumplen. O aquellos que siempre tienen una excusa para no hacer algo. Con el tiempo, aprenderás a identificar las señales de alerta y a confiar en tu instinto.

– b. El costo de mantenerlos:

Mantener a estos contactos en tu red puede tener un costo. No solo en términos de tiempo perdido, sino también en energía y recursos. Puede ser desgastante tratar con personas que no son confiables o que no aportan valor.

– c. Estableciendo límites:

Es esencial establecer límites con estos contactos. Si notas que alguien constantemente te está dejando colgado o no está cumpliendo con sus promesas, es hora de tener una conversación honesta o reconsiderar la relación.

– d. No confundir optimismo con ingenuidad:

Es natural querer ver lo mejor en las personas, pero no dejes que tu optimismo te haga ingenuo. Si un contacto ha mostrado repetidamente que no es confiable, es importante reconocerlo y actuar en consecuencia.

– e. Aprender a decir “no”:

Una de las habilidades más valiosas que puedes desarrollar es la capacidad de decir “no”. No tienes que aceptar todas las propuestas o invitaciones que te hagan. Si sientes que un contacto no es beneficioso para ti o tu proyecto, está bien rechazarlo o limitar tu interacción con él.

3. Redes sociales:

Las redes pueden ser un arma de doble filo. Por un lado, te conectan con el mundo, te dan visibilidad y te abren puertas que ni sabías que existían. Pero, por otro, pueden ser un pozo sin fondo de horas perdidas y comparaciones tóxicas. Usa las redes a tu favor, pero no dejes que te consuman. Y un consejo de oro: no te creas todo lo que ves. Detrás de esa foto perfecta puede haber cien intentos fallidos.

– a. El poder de las redes:

No se puede negar que las redes sociales han abierto puertas que antes parecían inalcanzables. Con un simple tweet, post o historia, puedes llegar a miles, incluso millones, de personas. Las redes te permiten construir una comunidad, interactuar con tu público y promocionar tus productos o servicios de una manera nunca antes posible.

– b. El lado oscuro:

Sin embargo, las redes sociales también tienen su lado oscuro. La presión por mantener una imagen perfecta, la comparación constante con otros y la facilidad con la que se puede malinterpretar o distorsionar la información pueden ser agotadores y, en algunos casos, perjudiciales. Además, la gestión de las redes sociales puede consumir mucho tiempo, y no siempre se traduce en resultados tangibles para tu negocio.

– c. No todos los negocios las necesitan:

Aquí viene una verdad que a veces se pasa por alto: no todos los negocios necesitan estar en todas las redes sociales. Sí, lo has leído bien. Dependiendo de tu público objetivo, industria y objetivos, algunas redes pueden ser más adecuadas que otras, o incluso puede que tu negocio prospere mejor sin ellas. Es esencial evaluar dónde inviertes tu tiempo y energía. No te sientas presionado a estar en todas partes solo porque “todos lo están haciendo”.

– d. Usándolas a tu favor:

Si decides usar las redes sociales, hazlo con estrategia. Define tus objetivos, conoce a tu público y crea contenido auténtico. Y recuerda, las redes son solo una herramienta; no dejes que dicten el valor o éxito de tu negocio.

– e. Estableciendo límites:

Como con cualquier herramienta, es vital establecer límites. Dedica tiempos específicos para gestionar tus redes, evita caer en la trampa de la comparación y recuerda que lo que ves en línea es solo una fracción de la realidad.

4. La histeria social:

Vivimos en un mundo donde parece que todos tienen una opinión sobre lo que deberías hacer. Y, a veces, es fácil sentirse abrumado por las expectativas. Pero, ¿sabes qué? Al final del día, el único juicio que realmente importa es el tuyo. Escucha, aprende, pero no dejes que el ruido externo te desvíe de tu camino.

– a. La presión de las apariencias:

Con las redes sociales al alcance de la mano, parece que todos están viviendo vidas perfectas, emprendiendo con éxito y alcanzando metas a la velocidad de la luz. Esta constante exposición puede generar una presión para mantener una cierta imagen o alcanzar ciertos estándares, incluso si no se alinean con nuestra realidad o deseos.

– b. El miedo a perderse algo (FOMO):

El FOMO, o “Fear Of Missing Out”, es esa sensación de que todos están haciendo algo genial y tú te lo estás perdiendo. Puede ser ese evento de networking al que no asististe o esa tendencia de negocio que no seguiste. Esta histeria puede llevarte a tomar decisiones precipitadas solo por no sentirte “fuera de onda”.

– c. La comparación constante:

Es natural compararse con otros, pero en un mundo hiperconectado, esta comparación puede volverse obsesiva. Es importante recordar que cada persona tiene su propio camino, ritmo y circunstancias. Compararte constantemente con otros puede robarte la alegría y desviarte de tu propio camino.

– d. Aprendiendo a desconectar:

A veces, la mejor manera de lidiar con la histeria social es simplemente desconectar. Ya sea que tomes un descanso de las redes sociales, medites o simplemente pases tiempo en la naturaleza, encontrar momentos para reconectar contigo mismo puede ayudarte a mantener una perspectiva clara.

– e. Definiendo tu propio éxito:

Al final del día, el único juicio que realmente importa es el tuyo. Define qué significa el éxito para ti, establece tus propios estándares y persigue tus propias pasiones. No dejes que la histeria social te desvíe de lo que realmente importa.

Conclusión:

El mundo del emprendimiento es un viaje lleno de altos y bajos. Los contactos adecuados pueden ser tu salvavidas en momentos difíciles, mientras que los inútiles pueden ser piedras en el camino. Las redes sociales, con todo su poder y alcance, también vienen con su propio conjunto de desafíos. Y en medio de todo esto, la histeria social puede ser una distracción constante. Pero recuerda, al final del día, lo que realmente importa es tu visión, tu pasión y tu determinación. Mantente fiel a ti mismo, y encontrarás tu camino.

Juanjo Villena

Juanjo Villena

Tecnólogo, experto en sistemas procesales complejos, líder empresarial y filántropo. No hay problema legal y humano que no tenga solución.

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